Arquitectura llamativa... antigua y moderna
Por el corresponsal de “¡Despertad!” en el Brasil

A PROPÓSITO, ¿cuándo comenzó todo? No había insinuación de que hubiera necesidad de alguna clase de habilidad arquitectónica en el paraíso original del hombre. Los extremos en las condiciones del tiempo, y aun la lluvia, eran desconocidos. Más bien “una neblina subía de la tierra y regaba toda la superficie del suelo.” (Gén. 2:6) No tenían que protegerse de ningún animal salvaje peligroso. ¡Imagínese el poder vivir al aire libre y dormir en el bosque sin temor!
Juzgando por el hecho de que hoy todavía existen tribus primitivas que viven en cuevas y refugios rudimentarios, algunos han llevado a la conclusión de que el hombre necesitó muchos miles de años para desarrollar un sentido arquitectónico. Según esta teoría, los antepasados del hombre tuvieron que andar a tientas a través de muchas eras de desarrollo sin mentalidad antes de que llegara la alborada de la inteligencia. Pero, ¿cuál es la realidad?

Un comienzo temprano
Que nadie lo extravíe a usted y lo lleve a creer el relato del mono que se convirtió en hombre, porque nuestro registro más digno de confianza de la más temprana historia humana nos dice que el primogénito del primer hombre, cuando llegó a la edad viril, se puso a edificar una ciudad. Ese fue Caín. La ciudad que edificó posiblemente no haya sido más que una aldea fortificada, pero sin duda tenía entradas, casas, puertas y otros rasgos arquitectónicos. En realidad, los descendientes inmediatos de Caín ya estaban formando y tocando instrumentos musicales y forjando herramientas metálicas.—Gén. 4:17-24.
Pasaron más de 1.500 años. Ya se estaban emprendiendo proyectos inmensos. Esto fue en los días del rebelde Nemrod, un hombre que desafió al Creador, que se colocó de manera prominente delante de los hombres como líder y se puso a construir ciudad tras ciudad, comenzando con Babel. Los hombres habían dominado el arte de construir con ladrillos cocidos en horno y argamasa. Prominente en Babel y bien calculada con el propósito de ser llamativa y dominar el paisaje fue la elevada torre-templo, probablemente del tipo de estructura de los zigurats, es decir, escalonada.—Gén. 10:10-12; 11:3, 4.
El Dios del cielo creyó conveniente estorbar el grandioso proyecto... un proyecto que se había emprendido con el propósito confeso de honrar y conmemorar a hombres que se hacían a sí mismos importantes. Él confundió el habla de ellos para que no se pudieran entender unos a los otros. (Gén. 11:7-9) Los pueblos se dispersaron en toda dirección desde aquel prolífico centro de población en la tierra de Sinar en Mesopotamia, llevando consigo el recuerdo de la estructura elevada e impresionante.
Hoy todavía podemos observar la influencia duradera de aquellos arquitectos antiguos en las pirámides de Egipto, las ruinas de los imperios mayas de la América Central, los restos de santuarios colosales en Camboya y la India, y las estructuras escalonadas de Nueva York y otras ciudades grandes.

Calculada para impresionar
Gobernantes orgullosos de todos los siglos se han deleitado en construir monumentos duraderos de su propia fama. La pirámide de Keops, por ejemplo, originalmente descollaba a una altura de 147 metros. Comprende más de 2.290.000 metros cúbicos de piedra; su base abarca cinco hectáreas; sus bloques de piedra caliza pesan, en promedio, dos toneladas y media. “Se ha calculado,” según el historiador James Baikie, “que con los materiales de la pirámide se podría construir una población que tuviera cabida para 120.000 personas. . . . El área de la base de la Gran Pirámide tiene dos veces y media el tamaño de la basílica de San Pedro . . . más de nueve veces el tamaño de la abadía de Westminster.”
Luego hay el más grande templo construido por el hombre de que se sabe, el antiguo templo egipcio de Amón en Karnak. Su sala grande, con dimensiones interiores de 100 metros por 52 metros, contiene 134 columnas. Las columnas de sus filas centrales miden 24 metros de altura. Elevando las paredes de esta sala por encima de los techos circunstantes y con un sistema imaginativo de enrejado de piedra taladrada, sus arquitectos produjeron claraboyas laterales. Así se proporcionó iluminación adecuada, estableciendo el estilo para las basílicas romanas y catedrales medioevales posteriores.
Potentados ambiciosos y acaudalados han podido conseguir la ayuda de hombres de gusto e imaginación. ¡Piense en todas las clases variadas de columnas elegantes y frontones ornamentales que han embellecido sus obras maestras de arquitectura! Hay, por ejemplo, el Sad-Sutun o Sala de Cien Columnas de Persépolis. Más elegantes aun que las columnas jónicas, tenían una proporción, de altura a diámetro, de 12 a 1, en comparación con la proporción de 8 a 1 de la columna dórica, 9 a 1 de la columna jónica y 10 a 1 de la columna corintia.
¿Y las miras de todos aquellos constructores de monumentos? “Sería de suponerse,” dice una autoridad, “que el espíritu que movía a los arquitectos egipcios [y otros antiguos arquitectos] siempre era el de impresionar a la gente con la dominación abrumadora, casi sobrenatural, de sus gobernantes y deidades para que nunca pensaran en, o abrigaran, la posibilidad de cambiar su posición social.”—The Encyclopædia Britannica, edición de 1946, tomo II, página 280.
El hecho de que todas estas poderosas estructuras, antiguas y modernas, tienen el efecto de lisonjear la vanidad de los acaudalados y poderosos mientras que también infunden temor en las clases inferiores para que se mantengan en silencio y obediencia, es algo que se le hace obvio al observador. ¿Se puede usted imaginar qué actitud tendría para con sus semejantes alguien como Nabucodonosor de Babilonia, que pudo jactarse así: “¿No es ésta Babilonia la Grande, la cual yo mismo he construido para la casa real con la fortaleza de mi poder y para la dignidad de mi majestad?”—Dan. 4:30.

Honre al Dador del sentido artístico

Al contemplar las producciones llamativas de los arquitectos del presente y del pasado, hacemos bien en despedir de la mente la insignificante vanidad de los hombres. ¡Considere, más bien, cuán maravillosamente implantó el Gran Arquitecto del universo en el hombre tan gran variedad de aptitudes! No se trata solo de amontonar piedra sobre piedra. No, hay otras consideraciones... belleza, simetría, la perfección de equilibrio que tiene que aparecer en la estructura terminada.
Del Partenón de Grecia declara una autoridad: “Sus estudiados refinamientos de línea —como la muy leve curva de las líneas con el propósito de que parecieran rectas, la inclinación leve hacia dentro de las columnas de las esquinas para corregir la apariencia de inclinación hacia fuera que tienen esas columnas verticales, el espaciar las columnas de modo que se produjera en el centro un tramo levemente más grande que en los extremos— éstos con la completa simetría del plano, según se ve desde cada lado y el uso de solo un principio estructural, el del poste y el dintel, todo combinado para darle a este edificio una dignidad sencilla e impresionante.”—The Encyclopædia Britannica, tomo II, página 281.
Dotado con la facultad singular de acumular conocimiento, el hombre ha efectuado grandes adelantos en la arquitectura. Con la llegada de la revolución industrial, nuevos materiales se hicieron disponibles. El desarrollo del cemento portland en 1824 y el invento subsecuente de procedimientos para producir acero dúctil confiable han añadido campos extras a la imaginación del arquitecto. La civilización urbana, con sus exigencias de cada vez más alojamiento en una zona más pequeña, ha producido desafío adicional.
Llamativas estructuras modernas
De nuevo están en boga los rascacielos. El primer rascacielos, de diez pisos completos, se terminó en 1885 en Chicago. Su arquitecto había desarrollado lo que se conoce como la armazón esqueletal, es decir, el sostén de las paredes y el piso por la armazón. Pero las paredes todavía eran muy pesadas. Entonces vino el diseño atrevido de revestir la estructura de acero del edificio con nuevas formas funcionales y más ligeras, usando hojas de vidrio fijas.
En 1931 se terminó el edificio más alto del mundo... el edificio Empire State de 102 pisos de la ciudad de Nueva York. Costó alrededor de 41.000.000 de dólares. Construido en menos de dos años, se eleva, con su torre de radio y TV, hasta una altura de 449 metros. Desde su observatorio uno puede extender la vista por una distancia de 130 kilómetros. No obstante, pronto habrá de ser empequeñecido por el nuevo Centro Comercial Mundial del bajo Manhattan de Nueva York, que tendrá dos torres de 110 pisos forradas con aluminio.
El arquitecto ya no piensa solo en términos de edificios cuadrados o rectangulares. Del enorme jardín de la tecnología puede cortar la flor que más le guste... vigas de concreto prefabricadas que se extienden por 30 metros; hojas grandes de vidrio sólido; techos de espuma plástica o de otro material que se puede doblar como un acordeón; techos colgados por cables por una extensión de 128 metros. Y eso no es todo. Dice el arquitecto Marcelo Breuer: “Uno puede esculpir el concreto, puede modelarlo, escoplearlo, aumentar el vocabulario de la expresión arquitectónica.” De modo que un edificio puede llegar a tener casi cualquier forma que su arquitecto pueda concebir.
El Edificio Alcoa, de San Francisco, por ejemplo, presenta un nuevo aspecto, con sus vigas entrelazadas fortaleciéndolo firmemente contra probables terremotos. Algo semejante a éste, pero dramáticamente cónico, el edificio John Hancock de 100 pisos de Chicago con sus gigantescas vigas desafía los aullantes vientos invernales. El caracoleado edificio Copán de São Paulo, Brasil, ofrece a los ocupantes de sus treinta y dos pisos una porción grande de la deseable luz del Sol.
El gran edificio ovalado Italia, en el centro de São Paulo, considerado como la más grande estructura de concreto armado del mundo, proporciona espacio para trabajar en sus cuarenta y cinco pisos a de 8.000 a 10.000 personas. También puede encargarse de otros 25.000 visitantes. Se puede disfrutar de un panorama impresionante de la ciudad de São Paulo desde su cúspide.
El edificio del Ministerio de Educación de Rio de Janeiro, que se terminó en 1943, representó, en su tiempo, una unión inaudita de concreto y vidrio. Su edificio-torre principal está flanqueado en un costado por una sala de conferencias de baja altura, en el otro costado por una sala de exhibición. Su jardín tropical aumenta su atractivo. Como el edificio posterior de la O.N.U. en la ciudad de Nueva York, exhibe la influencia de Le Corbusier, el bien conocido arquitecto suizo.
Brasília... ciudad con el nuevo aspecto

La capital del Brasil, situada muy en el interior, ha hecho accesibles nuevas vistas de belleza arquitectónica. Cuando juzgaba el plano maestro ganador de la ciudad, trazado por Lucio Costa, el arquitecto sir William Holford dijo con optimismo que el resultado sería “una ciudad con soluciones intraconstruidas, en vez de problemas.” La ciudad no tiene un solo paso a nivel. Estando en un marco de terreno plano, sus edificios altos, como las pirámides, proporcionan un contraste armonioso. Las supermanzanas residenciales tienen sus propias escuelas, tiendas e instalaciones para diversión.
Los principales edificios gubernamentales combinan concreto delgado y abundante vidrio. Sus columnas han llegado a ser el símbolo de la ciudad. El ministro de cultura francés André Malraux llamó las columnas del Palacio de la Aurora “el más importante elemento arquitectónico desde las columnas griegas.” Estas columnas singulares están arregladas de manera diferente en cada palacio. En el Palacio de la Aurora dan la impresión de ser velas impulsadas por el viento. En el edificio de tres pisos del Tribunal Supremo tocan el techo desde los costados, mientras que en el Palacio Planalt de cuatro pisos están colocadas enfrente, y dan la apariencia de pilares.
En el notablemente hermoso Palacio Arcos (que popularmente llaman Itamaraty) las columnas arqueadas se sumergen profundamente en un estanque circunstante, en el cual flotan cisnes airosamente. En contraste con los palacios en forma de caja, el edificio legislativo tiene una estructura rectangular, algo subterránea. Lo que es llamativo en su cúspide es el Senado en forma de cúpula y la Cámara de Diputados en forma de tazón, con sus rascacielos gemelos de 28 pisos de concreto y vidrio para oficinas. El complejo entero forma la Plaza de los Tres Poderes.
Belleza y utilidad
El campo arquitectónico realmente está llegando a ser como un jardín con su variedad de flores y arbustos. La imaginación aunada a la creciente diversidad de formas y materiales de construcción da mayor esfera de acción al arquitecto. Ya no estando circunscrito a los elementos más sencillos, puede imaginarse, diseñar y ejecutar obras con concreto, vidrio, acero que da prominencia especial a curvas elegantes, columnas delgadas, doseles y otras impresiones agradables a la vista.
El sentido de lo artístico del hombre es singular entre las criaturas carnales. Es el don de su Creador lo que lo capacita para modelar cosas, grandes y pequeñas, cosas bellas y cosas útiles. Realmente, a medida que el hombre mira en torno suyo a las miríadas de obras maestras del Creador tiene una infalible fuente de inspiración. Mientras más se aproximen sus reproducciones a los originales de la creación, más agradablemente llamativas serán sus obras

Fuente
La Torre del Vigia. Revista ¡Despertad! Mensual. Respuestas Practicas.Watch Toser Bible and Tract Society of Pennsylvania. 1970.
www.watchtower.org

Nota:
Las publicaciones de ¡Despertad! Forma parte de una obra mundial de educación bíblica que se sufraga con donaciones voluntarias. A menos que se indique lo contrario, las citas Bíblicas se toma de la versión en lenguaje moderno Traduccion del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras

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